Alteraciones causadas por piercings orales

Recesión gingival: hay diferentes recesiones gingivales dependiendo del lugar de inserción del piercing. Un piercing lingual suele provocar recesiones en la cara lingual de los incisivos antero posteriores. Un piercing insertado en el labio inferior causará la recesión en la cara vestibular de los incisivos inferiores. Estas recesiones suelen aparecer entre los 6 meses y 2 años desde la colocación del piercing.

Infecciones: Si no se emplean las medidas higiénicas adecuadas y no se trabaja en un medio estéril pueden producirse infecciones locales que puedan incluso llegar al torrente sanguíneo y diseminarse a otros órganos. Estas infecciones pueden ser tan letales como la hepatitis B y el VIH.

Traumatismos: Los piercings tienen un alto riesgo de engancharse y ser arrancados ( sobre todo los de los labios y lengua) En caso del piercing de la lengua, es especialmente peligroso porque el traumatismo puede ocasionar perdida del sentido del gusto, del tacto, disminución de la capacidad de hablar y deformidades, así como, gran dolor debido a la formación de hematomas que pueden llegar a escapularse e infectarse.

Cicatrices queloides: son cicatrices hipertróficas, abultadas y fibrosas. Son tumoraciones grandes y rojizas (aunque luego se vuelven del color de la piel) y doloras al tacto. Aunque no son precancerosos si que son antiestéticos y removerlos quirúrgicamente no es posible.

Hipersalivación: la presencia de un cuerpo extraño es la cabida oral puede llegar a producir una hipersalivación que puede resultar muy incómoda y molesta para el sujeto. Esta alteración la sufren más del 60€ de los portadores de piercing intraorales.

Fisuras y fracturas dentales: Suele ocurrir con los piercing intraorales al crearse el hábito de empujarlo contra el diente, ocasionando pequeñas fracturas o fisuras del esmalte dental dando lugar a la aparición de hipersensibilidad dental. Esta descrito que el 80 d ellos portadores de piercing intraorales sufren algún tipo de perdida de estructura dentaria. En caso de aplicar anestesia en la zona oral, se incrementa el riego de sufrir una fractura dental por la pérdida de la sensibilidad.

Consejos al paciente:

Higiene: se ha de limpiar el piercing cuidadosamente sobre todo después de las comidas, toma de bebidas y cuando se fuma

Utilización de colutorio con clorhexidina como antiséptico para evitar la infección de la herida tras la inserción. No utilizar los enjuagues habituales de uso diario hasta que no esté totalmente cicatrizada la herida.

Evitar el consumo de tabaco, alcohol y grasas para acelerar los procesos de cicatrización.

Evitar el juego o tocamiento de piercing hasta que no se haya cicatrizado totalmente la herida.

Si aparece una infección en la zona del piercing, hay que retirarlo de inmediato, acudir al odontólogo y realizar tratamiento con gel bioadhesivo de clorhexidina y algún antinflamatorio sistémico, Si la infección es grave, se recomienda terapia antibiótica.

En el caso de atletas portadores de piercings orales, se debería recomendar la utilización de protectores bucales para evitar lesiones o traumatismos.

Se ha de recomendar la visita periódica al odontólogo para evaluar si los tejidos periodontales sufren algún tipo de afección.

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